La Cocina de Valkiria
En este enorme vacío de liderazgos y el enorme desencuentro y desdibujamiento político al interior de los diversos organismos políticos y ante la llegada de nuevos gobiernos, no todos con experiencia en la administración pública, muchos ciudadanos han argumentado, con sobrada inteligencia, que no hagamos especulaciones y emitamos un voto de confianza a los nuevos huéspedes de los palacios municipales.
Pero sobre todo que acompañemos la crítica con propuestas sensatas, con prudencia y con respeto y sobre todo por los canales de comunicación más efectivos; sin que esta propuesta empuje el menoscabo de nuestra sagrada libertad de opinar, criticar y proponer o no proponer, si creo que como ciudadanos debemos caminar con paso firme pero sin claudicar.
La zona de San Martín Texmelucan, desde Huejotzingo hasta los municipios de los límites con el estado de México viven momentos de severo oscurantismo producto de la desfachatez de los gobiernos municipales, -no todos- pero también de la poca participación de una sociedad organizada que con apego a la ley haga valer sus derechos y haga que los gobiernos entiendan que no se mandan solos.
Los líderes de opinión han guardado prudente distancia y de bajo perfil se escabullen de su derecho a opinar y a generar opinión. ¡Con ese riesgo estamos ante el inminente peligro de que falsos líderes se sientan redentores y descubridores el agua tibia! Los organismos cúpula medianamente han salvado lo elemental, pero tampoco se han desgastado ante las inercias de estos últimos seis años de gobierno estatal y municipal. La opinión generada en salas de chat y a través de las redes sociales no ha sido suficiente para acotar los despropósitos de un gobierno decadente que no resistió a la embestida y si bien es cierto el hartazgo social se manifestó el pasado uno de julio y llegado el momento de legitimar esa libre manifestación, creo que no deberemos dejar solos a los gobernantes que a través de una mayoría legal, hoy deberán legitimar su capacidad y su responsabilidad para dirigir el desarrollo municipal.
El voto de confianza o el beneficio de la duda no deberá ser un cheque en blanco ni mucho menos la acción para evadir nuestra responsabilidad ciudadana. Lo mismo ocurrió hace 4 años y 8 meses y ¿para que hago el recuento de los daños? Si todos sabemos de eso.
Esperaremos que en estos días que están por venir los grupos de vecinos vigilantes, asociaciones, clubes cámaras hagan llegar sus propuestas y los gobiernos se den el tiempo en sus agendas para resolver la organización interna de casa y establecer una enorme mesa de diálogo y concertación con el pueblo que habrán de gobernar, solo así, con acuerdos y con oficio político legitimaran sus gobiernos y podremos aspirar a juntos construir todo lo que nos hace falta para seguir caminando en busca de la paz y del bien común.
Sin especular con la conjugación de los verbos; podría, habría trabajaría, esperaremos pacientes a conocer al equipo de trabajo que acompañará esta nueva administración, esperaremos a que demuestren que si saben, que si pueden y que si gobernarán como debe de ser, pero sobre todo esperaremos una sociedad participativa, crítica y propositiva que no deje que pase el tiempo y que junto al lamentable silencio de los extintos líderes políticos, se retire otro gobierno sin llevar un señalamiento legal que lo regrese a corregir la plana en el marco de la ley, ¡ya no….!
Sin duda, una de las mayores inquietudes, en el caso de San Martín, es la propuesta de mando mixto que en materia de seguridad pública regresa las potestades a la municipalidad, pero de facto sabemos que será un galimatías, en un boletín emitido por el ejecutivo del estado leímos que hay controles de confianza, pero de sobra sabemos que la delincuencia hoy no respeta ni al ejército, mucho menos a los pocos policías que tengamos para cuidarnos y suponiendo, sin especular; que quien habrá de ocupar el cargo de Comisario, -quien sea- tenga capacidad probada, Diódoro Carrasco y Jesús Morales, no nos explicaron si con esa argumentación será suficiente para finiquitar el decreto del señor gobernador o no sea que las letritas pequeñas del encuentro con la presidenta electa nos den la sorpresa y lejos de abonar la solución salga contraproducente una decisión tan apresurada.
El viernes pasado vimos desfilar a los regidores con sus cajas de cartón llenas de tareas sin cumplir, cafeteras polvosas y sus vacíos a cuestas, por la puerta de salida del palacio municipal salían con singular alegría además del bono, del sueldo y del poder acabado, cargaban el equivalente a dos meses de salario por concepto de aguinaldo; ¿cuánto les va a durar ese dinero? ¿Van a añorar al poder? ¿Van a continuar su carrera política? ¿Ahora en que partido? Ya se les había acabado la arrogancia y la impolutes de sentirse intocables, alguna hasta la cabeza agacho, pobres: ¡se les acabó la beca! a estas horas ya son un ciudadano más, no sabemos cuántos podrán caminar con la frente en alto por las calles sin ganarse un par de palabras altisonantes. Pero sobre todo, ante la indefinición política en el estado, debido a que el Tribunal Federal Electoral tiene hasta 64 días para ratificar al titular del Ejecutivo del estado, creo que existe una terrible orfandad que tiene a muchos como las estatuas de marfil, y entonces faltan aún dos meses para que el alma les vuelva al cuerpo y se definan los pesos y contrapesos en Puebla, mientras eso ocurre, no olviden leer la Valkiria en su portal diariamente, también en sus redes sociales ya saben #HastaDondeLaVidaAlcance
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