El
recuento de la nota roja de la semana anterior es grande, como grande
es la demanda ciudadana
para poner un alto a la delincuencia, a la anarquía, y a la
ingobernabilidad que impera en el distrito, en el estado, en San Martín y
en algunos municipios vecinos.
Aunado
a ello, la entrada en vigor, a las cero horas del 18 de junio del
presente año, en
todo el país, del nuevo sistema penal enfrentará a la impartición de
justicia a un reto, que a decir de los que saben, implica complicaciones
en el corto y mediano plazo, la implementación de juicios orales es un
nuevo sistema que pretende que los juicios
sean ganados por quien tenga la razón y no dinero e influencias, así lo
reconoció el propio gobernador del estado.
La legislación estatal se armonizó con la federal, Chautla de Tapia y San Martín Texmelucan,
son 2 municipios que contarán con su Casa de Justicia, las cuales se suman a las existentes en las 11 cabeceras distritales:
Teziutlán, Huauchinango, Zacatlán, Izucar de Matamoros, Acatlán
de Osorio, Tecamachalco, Chalchicomula de Sesma, Tehuacán, Cholula y
Puebla capital.
Más
allá de los 485 millones de pesos que invirtió en gobernador del estado
en levantar esa
infraestructura, el incremento de la delincuencia, del robo en todas
sus modalidades, de la violencia generada por la chupa ductos, de los
ajustes de cuentas entre particulares, vemos una sociedad descompuesta,
desdibujada, ciudadanos que se quejan de la inacción
de la policía, pero que no quieren ir a denunciar al delincuente cuando
finalmente es detenido por la ley.
Oficinas
ministeriales que tardan hasta cuatro y cinco horas para levantar un
cadáver y toda
una vida para atender a un denunciante en la barandilla
correspondiente, el final de un sexenio complicado, no solo en materia
de seguridad, la opacidad también está presente, y alcanza a los
munícipes, prueba de ello es el actual edil de San Martín Texmelucan
con sus cuentas sin aprobar.
La
descalificación, la adjetivación ya resultan desahogos estériles de los
ciudadanos molestos
por el cochinero en el municipio. Finalmente, todos permanecen
petrificados y nadie, ni como organismos, ni como sociedad organizada,
alcanzan a meter en orden al tal Rafa Núñez. Aún faltan dos años de
desgobierno, de ocurrencias y de anarquía.
Se
supo que la visita del gobernador, para inaugurar la remodelación de la
escuela Vicente
Guerrero, fue motivo de queja, pues los padres de familia aseguran que
los gastos de esa obra no rebasan el millón y medio de pesos, no
obstante, las cifras oficiales dicen que se invirtieron 5 mdp, también
fue la oportunidad para el regaño al apocado edil
que solo acertó a sonreír nerviosamente.
El
reclamo y regaño por la situación en que se encuentra San Martín, solo
quedaron en eso,
finalmente todos los movimientos en torno al comercio ambulante, a la
inseguridad, no rinden frutos, el rumor de que hay intereses económicos
del estado, de que es una plaza productiva para terceros, de que muchos
reciben su mochada, son calamidades que las
faltas de transparencia no resuelven, al menos al cierre de este
modesto comentario.
Se
fue el director de comunicación y al edil no le interesa que su imagen
siga en picada,
de acuerdo al pronóstico de la entrega de la semana anterior hay lista
de espera, esperemos a ver qué ocurre
#HastaDondeLaVidaAlcance